El conjunto monástico de Santa Maria constituye uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de las canónicas regulares medievales conservados en Cataluña. La canónica está organizada en torno al claustro de planta trapezoidal con ciertas formas irregulares, dónde en su vertiente norte está adherida la iglesia. Todo el conjunto en sí mismo es extraordinario y dispone además de varías salas dónde se exponen diferentes temáticas y también una sala audiovisuales. Repartidos en diferentes lugares del edificio se pueden contemplar diferentes joyas, donde destaca la capilla de los Dolores del s.XVIII, en donde se expone la Cruz de plata del s.XIV maravilla de la orfebreria.