El nombre de "Museu del Pagés i el seu Món" tiene sus orígenes en una de las visitas que Josep Pla hacía a Torroella de Fluvià, para visitar la familia de Carles Ripoll Solá, propietario e impulsor junto con su hermano mayor, de la tarea de recoger enseres, herramientas, utensilios y cualquier material relacionado con el mundo rural. La gran variedad de objetos relacionados con este mundo, con su gente, con las costumbres, vestuarios, utensilios del hogar y su entorno familiar, fue cuando en Josep Pla sugirió este nombre, como concepto adecuado que englobara todo el sentimiento, la tradición y las buenas maneras de hacer y vivir de este personaje tan catalán, como es el labrador.