PARQUE DE LA DEHESA - GIRONA (Gironès)
Con una superficie de 40 hectáreas y con más de 2.600 plátanos, la Dehesa de Girona está considerado el más grande y frondoso parque urbano de Cataluña.
De sus 40 Ha. unas 30 Ha. están ocupadas por plátanos (Platanus hibrida) y el resto son edificaciones o instalaciones, como la piscina municipal o el “Campo de la Juventud”. Los Jardines de la Dehesa es una zona ajardinada delimitada con espacios tranquilos, donde se pueden encontrar fuentes, flores, esculturas, un parque infantil o el mismo Instituto del Medio ambiente. Su superficie es de 2 Ha.
En sus orígenes la Dehesa no fue concebida como parque, sino como una amplia arboleda de protección contra las riadas de los tres ríos que la rodean: el Güell, el Onyar y principalmente el Ter que coge toda su franja norte. Eran terrenos arenosos formados por la sedimentación aluvial de las aguas del río Ter y que fueron cedidos entre los siglos XV y XVI a la ciudad de Girona por la reina Maria de Castilla, esposa de Alfonso V, el “Magnánimo” en 1423; por el mismo Alfonso V en el año 1424 y finalmente Fernando II, el “católico” concluyó la donación al año 1510.
A lo largo de varios años pasó por ser una arboleda con plantaciones principalmente de chopos y álamos, aunque también había huertas, que normalmente eran arrasadas durante las crecidas del río Ter y que finalmente desaparecieron en beneficio de espacios para el pasto. Entre los siglos XVIII y XIX eran también frecuentes las plantaciones y talas de árboles como actividad económica para la venta de la madera.
Aparte de la actividad mencionada, parece que en el s. XVIII una parte de la dehesa ya fue empleada como paseo. Este aspecto lo adquirió definitivamente en el año 1859 cuando el arquitecto Martí Sureda Deolovol, por encargo del Ayuntamiento de la Ciudad diseñó un plan de ordenamiento y plantó los primeros plátanos. La totalidad del proyecto finalizó a finales del siglo XIX con la ordenación actual.
Hay el dicho popular que el parque de la Dehesa fue creado y plantado por los franceses. En realidad los asedios napoleónicos a la ciudad malograron considerablemente la dehesa, pero entre el 1810 y 1814, los franceses replantaron partes de la dehesa y cuidaron de su conservación y embellecimiento, pero la plantación de los primeros tipos de árboles plátanos que son los actuales, fue a partir del 1859.
La dehesa continuó siendo un paseo, pero ya sea porque estaba separada de la ciudad por el antiguo curso del río Güell, por la carretera, la vía del tren o porque Girona eran en los años 40 una población sólo de 00000 habitantes, se hizo patente un cierto alejamiento por parte de los ciudadanos hacia este extraordinario lugar.
Pero a partir de los años 70 la dehesa fue cogiendo vida hasta nuestros días, que de hecho ha quedado como un gran parque dentro la misma ciudad con un amplio abanico de actividades culturales, deportivas, musicales, o de ocio. Popular también se han convertido los dos mercados semanales, y el que marca el punto culminante es cuando se celebran las Ferias y Fiestas de San Narciso a finales de octubre y principios de noviembre, con una amplía oferta de diversión. También tiene un fuerte impacto la presencia durante las ferias de Girona, la Feria Comercial y Agrícola.
Finalmente es importante reseñar el esfuerzo de diferentes entidades gerundenses y del mismo Ayuntamiento, al tener cuidado, seguimiento y reparación de la dehesa, sobre todo con respecto a la conservación sanitaria de los plátanos con efectos fitopatológicos, pero también desde el punto de vista de la dinamización y utilización de sus espacios. En la dehesa también se encuentra el Centro de Educación Ambiental y Recursos Educativos de la Ciudad y el Instituto de Medio ambiente. Afortunadamente, todos estos esfuerzos han dado su fruto y hoy, la ciudad ha recuperado un espacio que ofrece la posibilidad de ser empleado por un amplio abanico de usos y actividades; y el más importante, inmerso al fin y al cabo en un envidiable entorno natural.
"NO HAY EN TODO CATALUNYA UNA CIUDAD QUE TENGA AL LADO UNA MARAVILLA ARBÓREA TAN DISTINGUIDA Y DILATADA" - Josep Pla en "Guía de Cataluña"